“Pero los cobardes e incrédulos,…. tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21: 8)

Es necesario traer luz al corazón de la Iglesia de Jesús para generar una nueva mentalidad de Cuerpo de Cristo, que es vivo, y bajo esta unción hacer lo mejor para Dios. Y, para eso, es necesario vencer el miedo y entender que estamos revestidos de autoridad y poder.

Necesitamos ser valientes, hombres y mujeres revestidos de autoridad para vencer el miedo. Nuestra vida debe ser respaldada por el coraje para caminar según el corazón del Padre, pues los miedosos no heredarán el Reino. Quien nos respalda en la caminata es Dios,  el Señor Todopoderoso, que no conoce derrotas.

Cuando hablamos de ser valientes, valerosos, nos referimos a valores, muchos de los cuales fueron olvidados por la Iglesia de Jesús y necesitan ser recobrados. Estamos hablando de una posición de honor que el que nos confió fue el Señor. No hay que temer, incluso en medio de situaciones adversas.

ENTIENDA QUE USTED ESTÁ REVESTIDO DE AUTORIDAD

Entender que usted está revestido de autoridad por Dios es transicionar la mente por la Palabra, viviendo exactamente lo que el Señor tiene para su vida. Es el reconocimiento de la autoridad y la acción en la autoridad que te hace una persona diferente.

Buscar a Dios en un valor sobrenatural no contaminarse con este mundo malo - "El mundo entero está bajo el maligno." (I Juan 5:19); y camina según el Fruto del Espíritu – “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. (Gálatas 5: 22,23)

El enemigo vence cuando usa dos de sus armas: el miedo y la herida. Uno de los hombres más valientes de la Biblia fue Josué, sin embargo, estaba poseído de un espíritu de miedo y necesitaba una ministración directa del Señor, para que fuera liberado. Ver lo que dice la Biblia:

“Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1: 1-8)

En el texto, el Señor ministra coraje para Josué, un líder que fue ministrado por Moisés, el discipulador más admirable del Antiguo Testamento, que hizo milagros, prodigios y maravillas, bajo el mando del Señor.

Después de la muerte de Moisés, Dios levanta a Josué. Él se sintió totalmente incapacitado y fuera de oportunidad para competir con el antecesor. Pero Dios le dice: "Así como fui con Moisés, mi siervo, yo seré contigo, sin embargo, esfuérzate y ​​no tengas miedo." Debemos renunciar a todo temor. Si el valiente de Dios quiere vencer las dificultades, debe vencer el miedo.

Estamos luchando para tomar la ciudad y Satanás no la entregará fácilmente. Pero en esta guerra espiritual, vamos a vencer, pues a nuestro frente va el General de los generales, el Señor de los señores. ¡No tengas miedo! "... el perfecto amor echa fuera el miedo ... y quien tiene miedo no está perfeccionado en el amor." (1 Juan 4:18)

Recuerde siempre que la batalla es muy difícil, pero si usted está con Dios, será mayoría. "¿No te  mandé? Esfuérzate y ​​ten buen ánimo; no te atemorices, ni te espantes; porque el Señor tu Dios está contigo, por donde quiera que estés. "  (Josué 1: 9)

Cuando hablamos de guerra, muchos tipos de conflictos vienen a la mente. Pero esta no es una guerra física, ni ideológica; es espiritual. "Porque no es contra sangre y carne que luchamos, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de estas tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes." (Efesios 6:12) . Por eso, necesitamos ser valientes y nutrirnos de coraje. El coraje no es una opción, es una exigencia de Dios para quien fue llamado a la batalla. ¿Usted es uno de nosotros? ¡Entonces luche!

Muchas veces no ganamos porque tenemos miedo. El miedo es colocado por un espíritu maligno; el miedo paraliza la fe y neutraliza la acción. El coraje es lo opuesto de la cobardía. El coraje está en tu actuar, independientemente del miedo. "No temas lo que has de padecer. He aquí, el diablo está para arrojar algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados; y tendrás una tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida. "(Apocalipsis 2:10)

¡Resistid! Esto es una orden dada por Dios: no tenga miedo. Si usted no controla el miedo, será controlado por él y, de esa manera, dejará de ser fiel y negará a Cristo. El miedo nos lleva a negar al Maestro, como sucedió con Pedro. "Pedro estaba sentado fuera, en el patio; y se le acercó una criada, que dijo: Tú también estabas con Jesús, el galileo. Pero él negó contra todos, diciendo: No sé lo que dices. Y saliendo él hacia el vestíbulo, otra criada lo vio, y dijo a los que allí estaban: Este también estaba con Jesús, el nazareno. Y él negó otra vez, y con juramento: No conozco a tal hombre. Y de ahí a poco, acercándose a los que allí estaban, le dijeron a Pedro: Ciertamente tú también eres uno de ellos porque tus palabras te evidencian. Entonces comenzó a maldecir y jurar, diciendo: No conozco a ese hombre, e inmediatamente el gallo cantó. "  (Mateo 26: 69-74)

Algunos son tan cobardes que encabezamos la lista de aquellos que no heredarán el Reino de Dios.

“Pero los cobardes e incrédulos,…. tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21: 8)

Si usted lleva una vida controlada por el miedo espiritual, no heredará los cielos. Los miedosos vienen antes de los incrédulos, y los incrédulos generalmente son resultado de la timidez espiritual que los lleva a una vida de descrédito de la fe. Nosotros somos llamados por Dios para controlar el miedo; no hemos sido llamados a ser controlados por el miedo.

Continuación ...

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Plano de Leitura Bíblica

30 Dez
Jó 40
Malaquias 2
Apocalipse 19 e 20
31 Dez
Jó 41 e 42
Malaquias 3 e 4
Apocalipse 21 e 22
01 Jan
Gênesis 1 e 2
Salmos 1 e 2
Mateus 1 e 2
02 Jan
Gênesis 3 e 4
Salmos 3 a 5
Mateus 3 e 4
03 Jan
Gênesis 5 e 6
Salmos 6 a 8
Mateus 5
04 Jan
Gênesis 7 e 8
Salmos 9 e 10
Mateus 6
05 Jan
Gênesis 9 e 10
Salmos 11 a 13
Mateus 7